sábado, 5 de marzo de 2011

Cazador de Música


“Allí representó también dos ciudades de hombres dotados de palabra. En la una se
celebraban bodas y festines: las novias salían de sus habitaciones y eran acompañadas por
la ciudad a la luz de antorchas encendidas, oíanse repetidos cantos de himeneo, jóvenes
danzantes formaban ruedos, dentro de los cuales sonaban flautas y cítaras, y las matronas
admiraban el espectáculo desde los vestíbulos de las casas.”
La Ilíada
Canto XVIII

Aún no logro discernir cómo fue que yo mismo me metí en este enredo de escribir un blog acerca de música con la Vicky. Por más que me lo pregunto, no logro entender qué me pasó el día en que le dije a ella que intentáramos un blog. Quizás nunca logre entenderlo, pero lo cierto es que ya está abierto el blog y, como se diría, el banquete está servido.

Hay tantas cosas para contar acerca de la música, acerca de lo que implica la música, acerca de lo que es la música, que creo va a haber mucha tela que cortar y espero, entre todos, podamos juntar esos retazos.

Quizás el mejor acercamiento sea contar cómo me crié en medio de la música.

Yo era niño y aquí, en Caracas, se escuchaba era la radio AM; era algo totalmente distinto a la radio de hoy. La radio era el único medio por el cual se conocía la música del mundo; no existían esos armatostes que ahora usa Vicky, no existía ni Youtube ni nada de esos artilugios.

Sé que ya me pondrán como un viejorro, pero déjenme decirles, cuando yo era niño ya existía el cassette y ese fenómeno de la Sony que llevaba por nombre: “Walkman”.

Recuerdo de niño escuchar la radio y dejarla sonar y sonar. Cuando se repetían los bloques de música yo ya me sabía una que otra estrofa, una que otra oración. Ya desde niño siempre me fascinó saber quién tocaba qué o si aquel también tocaba el mismo género que este otro.

Cuando ya la FM empezaba a ser cosa del día a día a mi casa llegó una radio que tenía la capacidad de poder grabar la música a través de un cassette, y yo, con semejante portento, me convertí de súbito en un cazador. De pronto me quedaba con el dedo en “REC” por horas, esperando que sonara esa canción que había escuchado un par de veces y la cual quería tener para mí, en ese formato de cinta magnética, para escucharla no una vez ni por gracia a un operador de radio, si no por mi propia voluntad.

Y así fue pasando el tiempo y se fueron acumulando las cintas en mis gavetas, tenía de todo, rock, pop, grunge, rock en español, salsa, charanga, de todo, aún no sabía lo que significaba “ecléctico” pero lo vivía. Los cassettes eran muy chéveres, pero era todo un embrollo buscar una canción y lo que es más, creo que tratar de recordar las canciones y sus posiciones resultó en un excelente ejercicio para la memoria.

Hoy en día sigo siendo un cazador de música. Nada me agrada más que perseguir la música, acecharla en los anaqueles de las tiendas de discos, leerlas en partituras gastadas, escuchar nueva versiones de viejos temas, escuchar a las personas hablar y escribir sobre su música favorita.

Espero sepan disculpar todo lo mal escritor que soy, pero más que escritor soy un amante de la música.


Los tesoros musicales de Igor

miércoles, 23 de febrero de 2011

Igor y Vivaldi

En cierta oportunidad Igor Stravinsky dijo "Vivaldi no compuso cientos de conciertos, sino que compuso un sólo concierto cientos de veces”. Es raro que alguien como Igor haya dicho algo como eso, siendo catalogado él mismo como un camaleón musical, ya que su obra estuvo marcada por mucha repetición del estilo musical de los maestros que tuvo durante su aprendizaje.

Pero algo de razón tenía el buen Igor, Vivaldi repetía sin cesar las formulas rítmicas, tanto es así que toda su obra tiene mucha similitud.

Vivaldi fue un músico de origen italiano que se ordenó como sacerdote a los 25 años, pero el muy suertudo sólo se dedicó a trabajar en el Conservatorio del Ospedale Della Pietá, institución que daba asilo y educación musical a huérfanas de Venecia. Para la época en que Vivaldi vivió, Venecia era lo que es hoy Amsterdam, una capital marcada por una gran oferta sexual.

Vivaldi durante toda su vida estuvo implicado en escándalos ya que la iglesia reprobaba sus continuos viajes por Europa acompañado de una que otra alumna del Conservatorio, situación que para la época era escandalosa para un sacerdote. Si la curia de esa época tuviese que decir algo de personajes como Marcial Maciel creo que al buen Vivaldi ni lo hubiesen mencionado.

Ahora bien, en lo que respecta a su obra Vivaldi “compuso muchísimo y en todos los géneros, aunque destaca en el campo instrumental por su sentido del color y las audacias surgidas de sus probaturas con la orquesta del Ospedale Della Pietá. Fue uno de los primeros compositores que se preocupó por la orquestación más alla de la mera instrumentación, y en este campo obtuvo audaces sonoridades y sorprendentes efectos, que no sólo afectan a sus obras descriptivas, como la célebre Las cuatro estaciones, sino también a su imaginativa escritura orquestal, aunque no es menor su valía como compositor vocal”

En lo personal encuentro exquisito la obra que Vivaldi dejo para flauta. Dejo un repertorio de más de 25 conciertos para flauta, 25 conciertos que es un número desmedido para este instrumento. Pero destaca el OPUS 10 que se compone de 6 conciertos para flauta traversa. Entre estos se encuentra el “Il Gardelino” que resulta una pieza vertiginosa y muy colorida en donde la flauta recuerda el trinar de un ave.

Si bien “Il Gardelino” tiene un lugar especial en el acervo flautistico no hay pieza que denotemayor virtuosismo que “La notte”. Un concierto escrito en la tonalidad de sol menor y que se compone de 6 movimientos (el número de catálogo es RV 439). Nunca olvidare cuando escuche por primera vez este concierto, tocado por Severino Gazzeloni. Cuando escuche el presto sentí que se me iba a salir el corazón del pecho de lo vertiginoso que sonaba la flauta de Severino. Años después conseguí una grabación por Jean Pierre Rampal y mientras la escuchaba entendí que Jean Pierre Rampal no era de este mundo, y que Gazelloni no era menos, sólo que Rampal no era terrícola y por eso su virtuosismo no era medible bajo nuestros canones humanos.

Tanto escribir, sólo quería comentarte que mi obra favorita de Vivaldi es La notte.

Lo que está entre comillas lo extraje de la enciclopedia Auditorium de la editorial Planeta.

Igor





Este es un pequeño extracto de "La Notte" cortesía de Vicky y sus artilugios


[Nota de Vicky: la totalidad de este post es un comentario que dejó Igor en un post de "El Mundo de Vicky" pero me pareció acertadísimo para inaugurar "La Melange". Espero que mi querido Igor se anime a seguir escribiéndonos de música]

jueves, 20 de enero de 2011

Nuestro blog será justamente eso, una mezcla de ideas, sonidos, percepciones, letras e impresiones de Igor y Vicky. Cada uno agregará a esta mezcolanza musical sus propias especias, y con esa química especial que solo pueden tener une fille et un garçon veremos hasta donde nos lleva esta aventura y experimento de bloggear de a dos.

¡Son bienvenidos todos!