miércoles, 23 de febrero de 2011

Igor y Vivaldi

En cierta oportunidad Igor Stravinsky dijo "Vivaldi no compuso cientos de conciertos, sino que compuso un sólo concierto cientos de veces”. Es raro que alguien como Igor haya dicho algo como eso, siendo catalogado él mismo como un camaleón musical, ya que su obra estuvo marcada por mucha repetición del estilo musical de los maestros que tuvo durante su aprendizaje.

Pero algo de razón tenía el buen Igor, Vivaldi repetía sin cesar las formulas rítmicas, tanto es así que toda su obra tiene mucha similitud.

Vivaldi fue un músico de origen italiano que se ordenó como sacerdote a los 25 años, pero el muy suertudo sólo se dedicó a trabajar en el Conservatorio del Ospedale Della Pietá, institución que daba asilo y educación musical a huérfanas de Venecia. Para la época en que Vivaldi vivió, Venecia era lo que es hoy Amsterdam, una capital marcada por una gran oferta sexual.

Vivaldi durante toda su vida estuvo implicado en escándalos ya que la iglesia reprobaba sus continuos viajes por Europa acompañado de una que otra alumna del Conservatorio, situación que para la época era escandalosa para un sacerdote. Si la curia de esa época tuviese que decir algo de personajes como Marcial Maciel creo que al buen Vivaldi ni lo hubiesen mencionado.

Ahora bien, en lo que respecta a su obra Vivaldi “compuso muchísimo y en todos los géneros, aunque destaca en el campo instrumental por su sentido del color y las audacias surgidas de sus probaturas con la orquesta del Ospedale Della Pietá. Fue uno de los primeros compositores que se preocupó por la orquestación más alla de la mera instrumentación, y en este campo obtuvo audaces sonoridades y sorprendentes efectos, que no sólo afectan a sus obras descriptivas, como la célebre Las cuatro estaciones, sino también a su imaginativa escritura orquestal, aunque no es menor su valía como compositor vocal”

En lo personal encuentro exquisito la obra que Vivaldi dejo para flauta. Dejo un repertorio de más de 25 conciertos para flauta, 25 conciertos que es un número desmedido para este instrumento. Pero destaca el OPUS 10 que se compone de 6 conciertos para flauta traversa. Entre estos se encuentra el “Il Gardelino” que resulta una pieza vertiginosa y muy colorida en donde la flauta recuerda el trinar de un ave.

Si bien “Il Gardelino” tiene un lugar especial en el acervo flautistico no hay pieza que denotemayor virtuosismo que “La notte”. Un concierto escrito en la tonalidad de sol menor y que se compone de 6 movimientos (el número de catálogo es RV 439). Nunca olvidare cuando escuche por primera vez este concierto, tocado por Severino Gazzeloni. Cuando escuche el presto sentí que se me iba a salir el corazón del pecho de lo vertiginoso que sonaba la flauta de Severino. Años después conseguí una grabación por Jean Pierre Rampal y mientras la escuchaba entendí que Jean Pierre Rampal no era de este mundo, y que Gazelloni no era menos, sólo que Rampal no era terrícola y por eso su virtuosismo no era medible bajo nuestros canones humanos.

Tanto escribir, sólo quería comentarte que mi obra favorita de Vivaldi es La notte.

Lo que está entre comillas lo extraje de la enciclopedia Auditorium de la editorial Planeta.

Igor





Este es un pequeño extracto de "La Notte" cortesía de Vicky y sus artilugios


[Nota de Vicky: la totalidad de este post es un comentario que dejó Igor en un post de "El Mundo de Vicky" pero me pareció acertadísimo para inaugurar "La Melange". Espero que mi querido Igor se anime a seguir escribiéndonos de música]